La malta sirve como ingrediente fundamental en el proceso de elaboración de la cerveza, influyendo en el sabor, el color y el cuerpo del producto final. En consecuencia, la manipulación y el almacenamiento adecuados de la malta son fundamentales para garantizar la calidad y consistencia de las bebidas elaboradas. En esta guía, describimos las mejores prácticas para la entrega, recepción y almacenamiento de malta en una cervecería.
Entrega y recepción de malta:
El método de entrega de la malta varía según la escala de la cervecería. Las pequeñas cervecerías suelen recibir malta en sacos de 25 o 50 kg, mientras que las cervecerías artesanales más grandes optan por entregas a granel transferidas a silos.
Para entregas en bolsas, se debe prestar especial atención a la inspección de cada bolsa en busca de daños al recibirla. Cualquier discrepancia en cantidad o calidad debe documentarse de inmediato. Por el contrario, las entregas a granel deben someterse a una inspección minuciosa a su llegada para garantizar la integridad de la malta y la cantidad exacta recibida.
Condiciones e instalaciones de almacenamiento:
Mantener condiciones óptimas de almacenamiento es esencial para preservar la calidad de la malta. Lo ideal es almacenar la malta en un ambiente fresco y seco con un rango de temperatura de 50 a 70 °F (10 a 21 °C) y una humedad relativa de aproximadamente el 50 %.
Al almacenar malta en bolsas, es fundamental evitar la absorción de humedad manteniendo las bolsas alejadas de las paredes y el suelo. El uso de estanterías para paletas puede facilitar la circulación de aire alrededor de las bolsas, mitigando el riesgo de formación de moho y preservando la calidad de la malta.
Para cervecerías con mayores necesidades de almacenamiento, se recomienda encarecidamente invertir en silos limpios y secos. Los silos no sólo albergan grandes cantidades de malta, sino que también ofrecen ventajas como una mayor capacidad de almacenamiento y sistemas de automatización que ahorran mano de obra. Se deben instalar mirillas para monitorear los niveles de grano y se recomiendan inspecciones visuales periódicas para garantizar condiciones óptimas dentro del silo.
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