La cerveza, una de las bebidas alcohólicas más consumidas, se presenta en varios estilos y tipos. Una distinción clave entre las cervezas es si están filtradas o sin filtrar. Esta diferenciación afecta significativamente la apariencia, el sabor, el aroma y la sensación en boca de la cerveza.
La filtración es un paso en el proceso de elaboración de cerveza diseñado para eliminar partículas suspendidas, levadura, proteínas y otros sólidos de la cerveza. Mejora la claridad, la estabilidad y la vida útil de la cerveza. Existen varios métodos de filtración, incluida la filtración con tierra de diatomeas, la filtración con placas y marcos y la filtración con membranas, cada una con sus aplicaciones y beneficios específicos.
Características de la cerveza sin filtrar
Apariencia: Las cervezas sin filtrar suelen ser turbias o turbias debido a la presencia de levadura, proteínas y otras partículas en suspensión. Esta turbidez puede variar desde una ligera turbidez hasta una apariencia opaca, según el estilo de cerveza y el grado de filtración omitida.
Sabor y aroma: La levadura y las proteínas retenidas en la cerveza sin filtrar contribuyen a un perfil de sabor más completo y complejo. La levadura imparte ésteres y fenoles adicionales, realzando las notas afrutadas, especiadas o terrosas de la cerveza.
Sensación en boca: las cervezas sin filtrar suelen tener una sensación en boca más rica y cremosa debido a la presencia de sólidos en suspensión. Esto puede hacer que la cerveza se sienta más sustanciosa y satisfactoria en el paladar.
Contenido nutricional: las cervezas sin filtrar retienen más nutrientes, como las vitaminas B y los probióticos, que están presentes naturalmente en la levadura.
Estilos: ejemplos comunes de cervezas sin filtrar incluyen Hefeweizens, New England IPA, Belgian Wits y ciertas saisons. Estos estilos son famosos por su neblina distintiva y sabores complejos.


Características de la cerveza filtrada
Apariencia: Las cervezas filtradas son cristalinas, sin neblina ni turbiedad visibles. Esta claridad a menudo se asocia con la calidad y precisión en la elaboración de cerveza, lo que atrae a los consumidores que prefieren una bebida visualmente impecable.
Sabor y aroma: la filtración elimina muchas de las partículas de levadura y proteínas que contribuyen al sabor y aroma de la cerveza. Si bien esto puede dar como resultado un sabor más limpio y crujiente, también puede generar un perfil de sabor menos complejo en comparación con las cervezas sin filtrar. El proceso de filtración también puede reducir ciertos sabores desagradables, mejorando la bebibilidad general de la cerveza.
Sensación en boca: las cervezas filtradas suelen tener una sensación en boca más ligera y sencilla. La eliminación de sólidos suspendidos da como resultado una experiencia de bebida más suave y refrescante, lo que puede resultar particularmente atractivo en estilos como lagers y pilsners.
Estabilidad y vida útil: una de las ventajas importantes de la cerveza filtrada es su estabilidad mejorada y su vida útil prolongada. Al eliminar la levadura y otras materias orgánicas, las cervezas filtradas son menos propensas a estropearse y pueden mantener su perfil de sabor deseado durante un período más largo.
Estilos: Muchas lagers, pilsners y algunas cervezas comerciales se someten a filtración para lograr su claridad y frescura características. Estas cervezas suelen ser las favoritas por su sabor limpio y consistente.
La decisión de filtrar o no filtrar la cerveza está influenciada por varios factores, incluido el estilo de cerveza deseado, el mercado objetivo y la tradición cervecera. El proceso de filtración en sí puede variar en intensidad y metodología:
Filtración gruesa: elimina partículas más grandes y permite que quede algo de levadura y proteínas. Este método conserva más el carácter natural de la cerveza.
Filtración Fina: Elimina la mayoría de levaduras y proteínas, dando como resultado una cerveza más clara y estable. Este método es común en la elaboración de cerveza comercial a gran escala.
Filtración estéril: utiliza filtros extremadamente finos para eliminar todos los microorganismos, garantizando la máxima estabilidad y vida útil. Este método es esencial para cervezas que requieren almacenamiento y distribución a largo plazo.
La diferencia entre la cerveza filtrada y sin filtrar radica principalmente en su apariencia, sabor, aroma, sensación en boca y estabilidad. Las cervezas sin filtrar ofrecen una experiencia sensorial rica y compleja con beneficios nutricionales adicionales, mientras que las cervezas filtradas brindan claridad, consistencia y una vida útil más larga.
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